De capa y de pluma

Durante los pocos meses transcurridos desde su aparición, la prensa francesa ha juzgado clamorosamente eeste libro como la obra de mayor envergadura de Guy des Cars. Es probablemente el más apasionante de este autor, y con toda certeza, el más verídico. Los 600 personajes que animan este fresco han existido y existen todavía. Pues esta novela ha sido vivida por él mismo. Hubiera podido llamarla La novela de mis novelas. Ha preferido un título más ágilm de hecho de penacho y elegancia: De capa y de pluma.
Arrastrados por la verba inagotable y sonriente de uno de los más finos obsercadores de nuestra época, vivimos en su compañia una aventura prodigiosa. Vemos el incendio del Circo Houcke durante la ocupación alemana (La dama del círco); el silencio conmovedor que envuelve la educación de un sordo-mudo-ciego (El solitario); las operetas de Vincent Scotto (La señorita de la Ópera); el pintoresquismo que flota algunas veces sobre la dignidad de la Academia Francesa; la fabulosa organización del baile de las Pequeñas camas blancas; sus viajes por todos los países del mundo (El “Grand Monde”, Sangre de Africa, Los reyes de corazón, El castillo de la judía); su profundo conocimiento del alma femenina (La impura, La maldita, Siete mujeres, Amor de mi vida, Hijas de la alegría, La impostora, La corruptora)... Y tantas otras obras que marcan los alcances de su talente prodigioso: Esa extraña ternura, La catedral del odio... Todo el libro desfila a un ritmo vertiginoso que quita por momentos el respiro al lector, pero éste tiene siempre no sólo la posibilidad de recobrar aliento, sino también de medir el inmenso conocimiento de los hombres y de los hechos que se necesita para llevar a cabo una obra de tal magnitud.
El amor brota también en estas páginas en todas sus formas: amor a la Vida ante todo amor al metier de novelista, amor a los sueños vividos y ya olvidados, amor a las mujeres que se descubreen en todos sus aspecots. Es la verdadera novela de una existencia apasionada como se presenta con sus golpes de suerte y sus injusticias, sus sucesos y sus fracasos, sus alegrías y sus penas.
Son innumerables los qe durante estos últimos años han leído obras de Guy des Cars, pero poco conocen al hombre que las ha escrito. Helo aquí en este libro, llevado por su propia historia de cada instantee, tal cual es en realidad, sin temor de confesar sus errores... Y es quizás esta total franqueza lo que más me gusta en él.